La vuelta de América del Sur / Le tour de l'Amérique du Sud de Marianella et Guillaume!

La vuelta de América del Sur / Le tour de l'Amérique du Sud
de Marianella & Guillaume!

samedi 21 mai 2011

BRASIL / BRESIL : CONCLUSION

EN ESPAÑOL :

Una de las cosas que nos motivo a emprender este viaje por América del Sur fue el hecho de visitar Brasil. No solo ir y pasear sino quedarnos un tiempo para descubrir bien su cultura, su gente, su idioma, en fin, cuando llegamos a Brasil el 11 de marzo teníamos un gran proyecto en mente, muchas ideas en la cabeza para intentar quedarnos aquí un tiempo, conseguir algún empleo temporal y continuar con nuestro aprendizaje de brasilero... desafortunadamente decidimos no quedarnos en Brasil el tiempo deseado en un inicio por varias razones.

La razón más determinante fue el dinero. El costo de la vida en Brasil nos sorprendió negativamente desde que entramos al país. Sabíamos anteriormente que Brasil en este momento está en una buena situación económica, hablando de manera general claro, pero no esperábamos en lo absoluto encontrar precios TAN diferentes a los ya encontrados en los otros países visitados, inclusive Argentina y Chile se quedaron cortos al lado de Brasil, y al fin de cuentas pasan como países “económicos” para el turista en comparación al gigante brasilero. De hecho, si queremos hacer una comparación de precios, lo mas fácil es comprarlo con los precios europeos, igual o mas caros que en el mismo Paris!!!!

No pudimos con esto, el presupuesto de viaje no estaba contemplado para “gastarse” de esta manera.

Además de esto queremos dejar bien en claro (a manera de crítica) que los precios de los servicios ofrecidos al turista no valen su precio, por el contrario, están bien bien bien lejos de valer tanto para lo que se recibe al final. En la gran mayoría de las veces, Guille y yo nos esperábamos algo de mejor calidad, en mejor estado o por lo menos, más económico.

Por ejemplo, los buses. Pareciera que fuesen de otra época (años 60 o 70), sucios, en mal estado y con el mínimo de confort. Ni pensar que te pondrán una película durante el trayecto o que te darán un refrigerio o un café, …. Nada! Al contrario, si la duración de tu trayecto es muy largo, el olor del sanitario será tan fuerte que los pasajeros empezarán a pedirle a gritos al chofer un desinfectante.

En lo que respecta a la comida, los sitios económicos para comer sirven siempre LO MISMO. Dios!!!! Lo mismo: arroz, feijão, farofa e macarroes com caldo. O sea: arroz, frijoles o caraotas, harina de yuca frita y espaguetis con salsa. La única (fue realmente sólo una vez) oportunidad que quisimos darnos el placer de ir a un restaurante más lujoso y costoso en la costa, la comida no estaba para nada fresca, todo lo que tuvimos en el plato estaba hecho de antes y el puré y la salsa eran de artificiales de sobres, .... y por supuesto, carísimo!

En cuanto al precio para hospedarse, los alojamientos más económicos cuestan al menos 10 veces más caros del precio que teníamos en Bolivia, 4 veces el precio de Argentina, por ejemplo, …

A sabiendas que la vida en el sur de Brasil es más costosa que en el resto del país, luego de haber visitado las ciudades de São Paulo y Río de Janeiro pensamos establecernos en la región de Salvador, más hacia el centro del país, en la costa, buscar algún trabajito, esperando que el costo de vida fuese más abordable para nosotros. Llegamos y nos quedamos solo 2 días, ... la ciudad no nos gustó para nada y no fue difícil decidir que allí no nos quedaríamos. Las diferencias sociales eran muy marcadas y la inseguridad estaba a pedir de boca, ... nada que nos alentara a pensarlo dos veces. Continuamos nuestro itinerario pensando quizás poder quedarnos un poco más arriba. Nada. El norte de Brasil no alienta para establecerse; de hecho a medida que subes hacia el norte en Brasil, hay más pueblos que ciudades y los reflejos de pobreza son muy marcados. Decepción total para nosotros. Los planes de quedarse llegaron hasta allí!

Luego de haber rodado tanto en Brasil, nos dimos cuenta que de las ciudades que visitamos la única donde realmente nos hubiese gustado quedarnos era Río de Janeiro que nos encanto pero donde la vida es realmente muy cara y seguramente la mano de obra para trabajar no falta!

Bueno, … pero digamos cosas buenas ahora ! Cuántas cosas positivas podemos contarles acerca del pueblo brasilero! Qué gente tan auténtica! El país es bonito, cierto, tiene lugares particularmente atractivos, pero para nosotros de todos los lugares visitados únicamente 2 de ellos lograron atraparnos: la ciudad de Río de Janeiro, maravillosa! La vida del carioca te hace sentir bien de inmediato, y el Parque Nacional Chapada Diamantina con su cascada inolvidable de Buracão, lugar escondido en el que la naturaleza se expresa a plenitud. Consideramos que ésto es poco en relación a todos los kilómetros que se deben recorrer para visitar el país.

El sur de Brasil está mucho más desarrollado que el resto del país. Hay ciudades enormes, con una muy buena organización como por ejemplo Curitiba, o por el contrario, una gran ciudad con un gran desorden como São Paulo que no tiene forma de nada ni se parece a nada. En el norte se encuentra mucha más miseria, más pobreza marcada en la vida de las personas, ciudades y pueblos no muy bien mantenidos, generalmente con mucha basura y edificios en ruinas. No queremos decir con esto que el interés de visitar Brasil reside en el sur, pero el contraste entre las 2 mitades del país son del cielo a la tierra. Ni hablar del dinero que se gasta para llegar de un extremo al otro!

Ustedes se preguntarán qué pasó con las playas, ... las playas nos decepcionaron al 100% Las playas brasileras tienen tal renombre internacional que para ser sinceros con ustedes esperábamos ver tan bellas como las del Caribe, para no ir tan lejos, como las que encontramos aquí en Venezuela por ejemplo, pero nada de eso, vimos mas bien playas a menudo sin vegetación, planas y sucias. Señores, luego de lo que vimos Guille y yo nuestras playas venezolanas les dan PALO a las playas brasileras!!!!

Algo que realmente nos encantó fue el contacto con la población brasilera! Primero que nada para practicar nuestro portugués, es muy sencillo porque la gente es de fácil hablar, son curiosos y conversadores, no te ayudan para nada con tus cosas eso si, tu te las arreglas con tus bolsas y paquetes porque nadie te va a dar una mano si te ven pariendo para montarte en un bus o algo así, ... eso es chimbo pero ... a pesar de todo el contacto con la gente fue bastante fácil y siempre lográbamos hacernos entender, conseguir siempre lo que queríamos, conseguir rebajas (continuamente yo aplicaba ésta!) y sobretodo no dejar que alguien abusara de nosotros por querer tomarnos de “gringos”. Ellos te dicen en general gringo/a, no por ser peyorativos sino para indicarte para dónde tienes que ir o dónde te tienes que montar.

Un punto admirable a resaltar es que en general, percibimos que los brasileros son personas sinceras, verdaderas con los pies en la tierra, y no se están cayendo a cuentos por el gringo que trajo plata y que todo lo va a pagar carísimo (como nos ocurría diariamente en Perú y repetidas veces en Argentina y Chile). Es decir, tuvimos la impresión que el turista en Brasil no es considerado como una persona a quien van a sacarle toda la plata, sino como una persona que vino a tu país y que a como de lugar tiene que visitar la ciudad, conocer lo que vino a conocer y llevarse un buen recuerdo. Creo que ellos se sienten bien por explicarle al turista cómo hacer para que las cosas sean más económicas. Por ejemplo, si en un hotel, una agencia de viajes, etc. la persona que te ofrece el servicio se da cuenta que no tienes los medios para pagar un precio tan caro, esa persona va proponerte inmediatamente otra opción mas económica en otro lugar, en otra agencia, sin tener el remordimiento de haber perdido un cliente, sino mas bien la buena intención y la satisfacción que el turista pueda aprovechar de su estadía. Una actitud irreprochable!!! Nunca antes vista en nuestro viaje en otro país! A veces, algunas personas nos acompañaban casi cogidos del brazo a la agencia de su competencia para asegurarse de ser bien recibidos jejeje

Ah! Eso! Cogidos del brazo ! Algo que choca desde un primer momento en Brasil es que la gente tiende a “tocarte” y no es de extrañar que alguien te toque mientras te hable para explicarte una dirección, hasta el punto de matarte los mosquitos sobre la espalda para asegurarte que el mosquito no te pique!!! Verídico!!! Jajajaja (no puedo con ésto me da demasiada risa!!! Jajajaja)

La primera vez que me pasó algo así fue llegando a Curitiba, me acerqué a preguntarle al guardia de seguridad dónde estaba el guarda equipaje del terminal y el tipo me agarró la mano, me tocó los brazos, los hombros y la cara,... o sea!!!! Auxiliooooo! Luego nos dimos cuenta que es normal ! A Guille le tocaban la barriga para decirle que estaba flaquito! A mi me sorprendió una vez una señora detrás de mi tocándome el brazo y la blusa para decirme que estaba bronceadita Jajajaja Qué risaaaaa!!!!

Y qué decir de la gente que te intercepta en la calle, en una tienda, en cualquier parte y se ponen a hablar contigo de cualquier cosa, ... verdad! De cualquier cosa!!!! De la ropa sucia, de la ropa limpia, de la comida, de la lluvia, del sol, de su vida, de sus problemas, a preguntarte cosas acerca de ti, de tu viaje, de Chávez! Claro! esa nunca faltaba: “Você gosta de Chávez??? Você é socialista tambén???” jajajaja

En fin, el contacto es directo y sincero, sin falsos adornos ni tantas formalidades; contacto  que nos hizo sacar grandes sonrisas más de una vez (aquí entre nos, el que me mató el mosquito en la espalda fue el gran ganador!!! Excelente! jajaja). Un gran contraste con el contacto de la gente en Argentina y Chile.

El único punto negativo en cuanto a la población que no podemos dejar pasar, es que ellos son TAN naturales, pero TAN TANTO, que son increíblemente ruidosos para los gestos más mínimos, no solo para hablar (que gritan casi) sino para aclararse la garganta, para toser, para escupir, para estornudar, para roncar, Pfff!!! Terrible!!! Son expertos en la emisión de todo tipo de ruidos desagradables que al parecer son TAN naturales y TAN comunes que nadie dice nada y no parecen irritar a los demás, sólo a nosotros “gringos al fin”, sobretodo cuando viajas en un bus durante horas y horas y horas escuchando todo un recital de ruidos tropicales.

Para finalizar con nuestra conclusión, Brasil posee una cultura única, sobretodo por sus orígenes, manteniendo siempre en alto el orgullo de ser un pueblo de mezclas indígenas, africanas y portuguesas. Este orgullo se refleja en su lengua, en su música, en la comida, en sus artes... en su historia. Una cultura súper interesante que ha creado ritmos únicos como la samba o estilos de baile como la capoeira por ejemplo. Lamentablemente no vimos ninguna demostración de capoeira espontánea en la calle como esperábamos, sólo aquellas ejecutadas para recibir algunas monedas de los turistas...

Digamos pues, que descubrimos un país mucho menos exótico de lo que esperábamos, conocimos algo mucho menos interesante de lo previsto, ... es cierto, Brasil es único pero los sitios realmente “diferentes” que salen de lo común y que no se pueden encontrar en otro lugar son raros aquí. Es paradójico ésto, cierto también, pero fue lo que sentimos luego de haber realizado nuestra visita.

Río de Janeiro, volveremos!!!!, ... vamos a vivirte al máximo durante el carnaval!!!!





EN FRANÇAIS :

Nous sommes entrés au Brésil avec beaucoup en tête le projet de se poser un temps dans une ville pour travailler et continuer notre apprentissage du portugais mais malheureusement nous ne nous sommes finalement pas arrêtés dans ce pays, pour plusieurs raisons.

La plus importante fut l’argent. Le coût de la vie au Brésil nous a pour le moins surpris. Nous savions que le Brésil est en bonne situation économique mais nous ne nous attendions pas à rencontrer des prix si différents à ceux rencontrés dans les autres pays visités précédemment. Même le Chili et l’Argentine passeraient pour des destinations économiques en comparaison au géant du continent… En fait les prix pratiqués sont à comparer avec les prix européens.

De plus les services fournis ne valent pas leur coût, loin de là. Les bus sont d’une autre époque, sales et en mauvais état. La nourriture des petits restos économique ne varie absolument pas (toujours riz, feijão, farofa et pâtes accompagnés de viande) et l’unique fois où nous nous sommes octroyés le luxe d’aller dans un resto la nourriture n’était pas fraiche… Quand au logement rien de plus qu’un logement qui coûte 10 fois moins cher en Bolivie par exemple…

Après avoir passé São Paulo et Rio nous pensions essayer de nous poser à Salvador, espérant que cela soit plus abordable pour avoir le temps de chercher un petit job mais vu que la ville ne nous a pas plu du tout vu les différences sociales et l’insécurité, nous avons donc continuer notre itinéraire.

Une déception donc. Finalement l’unique ville où nous serions bien resté est la ville de Rio qui nous a enchantée mais où la vie est chère et où la main d’œuvre ne manque pas.

Sinon que dire du pays de ce peuple authentique que sont les brésilens. Le pays est joli, certes, mais de tous les sites visités nous ne retiendront que 2 sites vraiment mémorables et que l’on n’a pas trouvé ailleurs : la ville de Rio donc, comment ne pas s’y sentir bien, et le Parc National Chapada Diamantina et sa cascade du Buracão où la nature s’exprime pleinement. Ce qui est peu vu l’étendue du territoire et les kilomètres à parcourir.

Le Sud du pays est plus développé avec des villes énormes qui peuvent être très bien organisées, type Curitiba, ou un vrai bordel comme l’ovni qu’est la ville de São Paulo. Le Nord est plus pauvre, avec souvent beaucoup de misère et des villes pas vraiment entretenues. L’intérêt du pays ne se résume pas pour autant au Sud.

Les plages nous ont déçus à 100%. Elles ont une telle renommée que l’on s’attendait à voir des plages aussi jolies que celles des Caraïbes que l’on trouve au Venezuela par exemple mais rien de cela sinon des plages souvent sans végétation, plates et sales.

Ce qui nous a vraiment bien plu par contre fut le contact avec la population brésilienne ! Tout d’abord pour pratiquer notre portugais, ce qui ne fut pas toujours facile mais nous avons toujours réussi à nous faire comprendre, obtenir ce que l’on voulait, ne pas se faire arnaquer et même exiger nos droits pour ne pas se faire prendre pour un « gringo »! Ensuite parce que les brésiliens sont des gens sincères, vrais et avec les pieds sur terre. Ce qui choque dans un premier temps est qu’ici les gens te touchent toujours quand ils te parlent allant presque jusqu’à te tuer les moustiques qui se posent sur toi, véridique ! Les gens se mettent à te parler dans la rue, dans n’importe quel endroit et commencent à te raconter leur vie, à te poser des tas de questions… Bref le contact est direct, sans faux semblants, contraste après le Chili et l’Argentine.

De plus le touriste n’est pas du tout considéré comme une personne à qui soutirer de l’argent. Si dans un hôtel ou une agence de tourisme la personne qui t’offre le service se rend compte que le prix est trop élevé pour toi il va tout de suite te conseiller une autre option plus économique dans un autre endroit, sans avoir de remord à perdre un client mais plutôt dans la bonne intention que tu puisses profiter de ton séjour. Une attitude remarquable ! Certaines personne nous ont même accompagnés chez leur concurrent pour s’assurer que l’on soit bien accueillis !

L’unique point noir en ce qui concerne la population de ce pays est qu’ils s’expriment si naturellement qu’ils en sont très bruyants et pas seulement pour parler mais aussi pour toutes sortes de bruits désagréables (crachats, reniflements, raclements de gorge, éternuements, …). Chaque voyage en bus fut donc un concert de sons qui irritent et écoeurent rapidement mais qui ici sont naturels…

Pour finir le Brésil possède une culture unique, surtout de par ses origines, que ce soit pour sa musique, ses arts, sa langue ou son histoire. Une culture intéressante au possible avec ses influences africaine, indigène et portugaise qui ont créé des styles incomparables tels la Samba ou la Capoeira par exemple. L’atout principal de cette nation avec son peuple mais malheureusement nous n’avons vu aucune démonstration de capoeira spontanée sinon dans un but touristique…

Pour conclure nous dirions donc que nous avons découvert un pays moins exotique que prévu : le Brésil est unique mais que les sites qui sortent du commun sont rares. Paradoxal certes mais c’est ce que nous avons ressenti lors de notre visite !

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